¿Cómo está afectando el uso continuado de la mascarilla a tu piel? ¿La sientes más sensible, grasa o seca? Llevar un cuerpo extraño sobre el rostro durante horas no es lo habitual y tras un año usando la mascarilla casi a diario, has comenzado a sentir cambios en tu piel.
Hoy queremos compartir contigo un remedio para aliviar los efectos indeseados que está causando el uso continuado de la mascarilla en tu piel: una mascarilla calmante fácil y segura de hacer que te ayudará a mantener la cara limpia, fresca e hidratada.
¿Qué consecuencias provoca en la piel el uso continuado de la mascarilla?
Engrosamiento del estrato córneo, la última capita de la piel, la que está más en superficie.
Sensibilidad o rojeces en la zona donde llevas la mascarilla o en los bordes, a veces por las gomas o porque el tamaño de la mascarilla no es el adecuado para tu rostro.
Descamación en la zona peribucal, sobre todo en las comisuras de los labios o en el mentón.
Granitos, porque llevar este cuerpo extraño varias horas sobre el rostro genera humedad y calor (debido al aliento y que la zona transpira menos) propicia el ambiente perfecto para que las bacterias campen a sus anchas. Si además, le sumamos el engrosamiento que se produce en la epidermis, dificulta la salida del sebo a la superficie.
¿Cómo puedes reducir estos efectos?
Ajusta bien la mascarilla para evitar el roce continúo.
Cambia la mascarilla tal como indica el fabricante.
Sé constante con la limpieza de la piel, mañana y noche. Incluso si es necesario y tu piel la tolera, haz la doble limpieza siguiendo esta guía.
- Refuerza la barrera cutánea con la aplicación de un Aceite Puro como el de Rosa Mosqueta (pieles sensibles, con arrugas y manchas), Jojoba (pieles grasas) o Argán (pieles secas o muy secas).
Aplica una mascarilla calmante al menos un día a la semana siguiendo la receta que te recomendamos a continuación.
Cómo hacer una mascarilla casera y segura para calmar la piel del rostro
¿Qué necesitas?
Seguro que en la despensa de tu cocina tienes copos o harina de avena, ¿verdad? Solo necesitas una cucharada de postre de los copos triturados o directamente de harina de avena.
Aceite de Caléndula o Aceite puro de Rosa Mosqueta: ½ cucharada de postre.
Leche Limpiadora de Rosas y Manzanilla: 2 pumps (pulsaciones) o ½ cucharada de postre de la Crema de Caléndula.
¿Por qué estos ingredientes?
La avena es un cereal con propiedades antiinflamatorias y antihistamínicas rica en glucanos que ayudan a mantener la piel suave e hidratada. Muy recomendable si la piel está sensible.
El macerado de Caléndula es un aceite muy recomendado en niños, para aplicar después de la depilación o incluso como aftersun —es un aceite supercalmante con múltiples usos y “poderes” que puedes descubrir aquí— o el de Rosa Mosqueta que contiene ácidos grasos esenciales (omega 3 y 6) muy beneficioso cuando la barrera cutánea está alterada y un remedio natural eficaz para mejorar las manchas.
La Leche Limpiadora de Rosas y Manzanilla contiene una combinación de arcilla blanca, aceite de jojoba, extracto de caléndula y aguas florales de Rosa Damascena y manzanilla con propiedades purificantes y regeneradoras. Y la Crema de Caléndula es más hidratante y nutritiva, ideal si tienes alguna zona descamada.
Pasos para elaborar la mascarilla calmante
Tritura los copos de avena o directamente harina de avena y mézclala con el Aceite de Caléndula o de Rosa Mosqueta.
Añade la Leche Limpiadora de Rosas y Manzanilla o la Crema de Caléndula.
Si quieres que quede más fluida, mezcla con un chorrito de Agua de Rosas o Manzanilla (también puede ser agua tibia del grifo pero ten en cuenta si en tu zona el agua es dura, mejor hacer la mezcla con Aguas Florales o en su defecto agua embotellada).
Aplica sobre todo el rostro y deja reposar entre 10-15 minutos.
Retira con abundante agua tibia.
Seca tu piel a toques y continúa con el tratamiento habitual.
Cómo enriquecer la mascarilla
Si tu piel no es muy sensible o delicada, puedes enriquecer la mascarilla calmante con aceites esenciales:
Si tienes granitos:
Añade 2-3 gotas de Aceite Esencial de Árbol de Té.
Si tienes brillos a lo largo del día:
Emplea 2-3 gotas de Aceite Esencial de Naranja.
Si tienes la piel apagada y seca y necesitas regenerar:
Incorpora 2-3 gotas de Aceite Esencial de Lavanda
¿Cada cuánto puedes hacer esta mascarilla?
Te recomendamos una aplicación a la semana, pero lo ideal sería hacerlo dos días.
¿Es seguro hacer esta mascarilla en casa?
Sí, siempre y cuando la realices y disfrutes en el momento.
En definitiva, esta mascarilla te ayudará a mantener la piel limpia, con menos puntos negros y sobre todo muy suave y calmada. ¿Qué te ha parecido la receta? ¿Te animas a probarla? Nos encantaría que nos cuentes tu experiencia en comentarios.